El Covid-19 y Estados Unidos: del liderazgo global al sabotaje

President Trump departing the Rose Garden of the White House after delivering a coronavirus news conference on Tuesday.

Por: Juan Fernando Palacio
Profesor de Relaciones Internacionales, UPB Medellín, juanfernandopalacio@gmail.com

Las crisis se caracterizan porque revelan las cosas tal cual son o se han vuelto.

La crisis del coronavirus del 2020 podría ser leída a futuro como un punto de quiebre en la historia. Con ella quedaron visibles de forma cruda las profundas consecuencias globales que tuvo la elección de Trump.

Hasta entonces, la retórica y muchas de sus medidas de política exterior podían enmarcarse dentro de una tendencia aislacionista o de repliegue, que incluso en algunos aspectos habría comenzado con el propio Obama. Pero su decisión del 15 de abril de suspender las contribuciones a la OMS en medio de una pandemia global es un acto que ya no encaja en mero aislacionismo. Descrita por voces calificadas como un crimen contra la humanidad, la decisión de Trump constituye un acto de vandalismo contra la comunidad internacional. Una cosa es un repliegue; otra distinta es un sabotaje al esfuerzo global contra una pandemia que está cobrando más de 200 mil vidas. Sin ordenar ningún bombardeo ni declarar ninguna guerra, y así no se concretara por oposición doméstica, esta decisión desquiciada, motivada por ego y cálculos electorales, constituye uno de los puntos más bajos de la política exterior estadounidense en la última era.

Desde que justo hace un siglo Woodrow Wilson liderara la creación de la Sociedad de las Naciones, no ha habido un solo momento clave de la construcción del actual orden internacional en el que Estados Unidos no haya tenido un papel preponderante como uno de sus principales arquitectos. Hoy, presionado por las fuerzas de la globalización y por sus disfunciones internas, este país se replegó en el nativismo y se automarginó de la agenda global, y no hacia la inactividad o el silencio, sino para convertirse en una de las principales fuentes de inestabilidad y de entropía del sistema internacional.

Es inquietante reconocer cuánto hay en juego en las elecciones presidenciales de noviembre. Y aun con Biden, la política internacional no volvería a ser la misma.

Se viene una época de certezas frágiles y de mayores riesgos en la toma de decisiones para los actores políticos, las empresas y los ciudadanos. Se debe leer entre líneas y escudriñar entre el humo y el ruido. En coyunturas como esta los analistas de las relaciones internacionales tienen mucho que aportar.

(Texto publicado como el editorial del Newsletter de mayo de 2020 de la Red Colombiana de Relaciones Internacionales, RedIntercol. Imagen: The New York Times

Comentarios

  1. Es un análisis profundo y honesto, presentado de forma concreta y acertiva. Esa fotografía del desnudo del EEUU al mando de Trump, corresponde casi a una escena dantesca y surrealista de la "potencia" que en su afán de capitalizar incluso mediante sistemas de salud y de educación hechos sólo para quienes pueden pagarlo, dejó en total vulnerabilidad al mayor capital de un país, el capital humano.

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